- abril 19, 2025
- 6:40 pm
- - Gracias por tu lectura
Qué es la dextrosa?
Uno de los objetivos que persigue la industria alimentaria es conseguir productos con menor cantidad de azúcar que mantengan el mismo sabor. Uno de sus aliados es la dextrosa, un edulcorante utilizado como sustituto del azúcar del cual vamos a explicar algunas de sus características.
La dextrosa pertenece al grupo de los azúcares comunes. Su composición química es igual a la sacarosa pero se extrae del maíz y se puede encontrar en diversos formatos, que se utilizan en diferentes ámbitos al alimentario, como en medicamentos.

Obtención de la dextrosa
Principalmente la dextrosa se extrae del almidón de maíz, aunque también se puede obtener del trigo o arroz. A través de un proceso químico de refinación se consigue extraer este producto del almidón antes nombrado.
La dextrosa y sus características
No deja de ser un hidrato de carbono por lo que cuando lo injerimos, nuestro cuerpo lo convierte en glucosa. Aunque se encuentra naturalmente en frutas, cuando la industria alimentaria lo utiliza, es un azúcar libre y añadido de los que tenemos que evitar injerir a toda costa.
La dextrosa tiene un sabor refrescante y agradable por lo que se hace muy recomendable para utilizar en alimentos. Sin embargo, su poder endulzante es menor que el de la sacarosa.
Además de edulcorante, la dextrosa se utiliza para aportar textura en productos, como conservante o cómo activador bacteriano.
En medicina, se utiliza como restaurador de los niveles de azúcar mediante vía intravenosa. Esto es porque la dextrosa está presente en todos los seres vivos y cuando baja el nivel de azúcar en sangre se debe a una disminución de este elemento.
Así pues, la dextrosa proporciona energía de manera casi inmediata debido a que su digestión y absorción por parte del organismo son rápidas.
Así pues, el principal inconveniente de la dextrosa es su índice glucémico de prácticamente el 100%. Esto quiere decir que el sistema digestivo lo absorbe de manera muy rápida haciendo que aumenten los niveles de azúcar en sangre al mismo ritmo. Además, no se aconseja para personas con problemas de hígado o riñones, alergias graves u otros problemas respiratorios.

Recuerda:
Para aquellas personas que no sufren ninguno de estos problemas, se aconseja igualmente un consumo moderado ya que puede ocasionar problemas en el estómago, vómitos y mareos.
A esto se le suman los problemas propios de los azúcares libres. Este tipo de azúcares genera adicción sin darnos cuenta y son el combustible necesario para la aparición de problemas derivados de su consumo como la obesidad, diabtes de tipo 2, problemas cardiovasculares, cáries en los dientes etc.
Consumir puntualmente productos que contengan este edulcorante no tiene porque ocasionar ningún problema, aun así, recomendamos no abusar de él y evitarlo siempre que sea posible. Para poder evitarlo la solución es prestar atención a la etiqueta del producto ya que ahí nos vendrá indicado sus ingredientes. Sobre todo, cuando en el envoltorio del producto vemos: “sin azúcares añadidos” tendremos que fijarnos bien en cuál es el producto que sustituye al azúcar.